sábado, 15 de agosto de 2009

TREN DE LUNA INICIA SU VIAJE

También nosotros hemos querido llegar a la luna. Y para eso no son necesarios naves espaciales ni satélites artificiales. Nos basta el arte, y en torno a él hemos encendido el fuego que alimenta nuestras vidas. .

Hoy 20 de julio nos reunimos una vez más para realizar nuestras ya acostumbradas tertulias, esta vez en casa del pintor Rigoberto Rodríguez, rodeados de esa otra forma maravillosa de poesía que es la pintura. Hemos querido crear un colectivo que nos permita contribuir de alguna manera al enriquecimiento cultural de nuestra ciudad. Tren de Luna simboliza el viaje que día a día realizamos quienes, pese a cualquier adversidad, no renuncian a los sueños. Sabemos que el viaje resulta difícil y, a veces, tortuoso; pero bien vale la pena la empresa. Sólo la cultura y, en forma particular el arte, nos justifica como seres humanos. Crear y recrear cultura significa hacernos cada vez más humanos, más hombres y mujeres; necesidad fundamental en los tiempos que corren, en los que las cosas nos dominan y cada ser humano se convierte en “casi un objeto”.

El Colectivo Cultural Tren de Luna nace después de por lo menos dos décadas de amistad y trabajo soli –d, t - ario. Sin amistad y amor por el arte hubiera sido imposible su existencia. Hoy hemos decidido nombrar nuestra persistencia y para hacerlo hicimos el ejercicio ya antiguo de buscar palabras al azar en el diccionario; pero no nos satisfizo ninguna. Pensamos en Pan de lluvia, Luz de agua, Quilla de mar y otros tantos nombres que no nos convencieron, ya sea por el exceso o por lo confuso de su sentido. Tren de luna es como hemos querido llamarnos. El nombre lo ha sugerido un hermoso cuadro de Rigoberto. Además, qué cara es la luna para quienes vivimos en Barranquilla.

Abordamos un tren que recorre sinuoso el tiempo y el espacio. Su destino lo determina cada uno de nuestros sueños y esperanzas.

Tren de luna: la travesía comienza.

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